MANERAS DE VIVIR
Sexta temporada, capítulo 132
Fecha de emisión: 19 de agosto del 2014
APARTAMENTO DE LUCAS Y ÓSCAR / SALÓN / NOCHE
Óscar, sentado en el suelo, busca algo en una de las cajas de cartón que inundan el salón, mientras Lucas va cogiendo todos los libros que tiene sobre la estantería para, tras echarles un ojo, volver a dejarlos donde estaban.
Lucas: Todos estos libros son muy importantes. No puedo tirarlos.
Su novio coge aire, intentando mantener la calma.
Óscar: Pensaba que la finalidad de sacar mis cosas del trastero sería que por fin podría colocarlas en algún sitio.
Lucas: Y era así, pero… joder, pensaba que podría tirar más cosas.
Óscar: (Irónico) Estupendo.
Óscar se levanta.
Óscar: Voy un segundo al baño. Espero que, cuando vuelva, hayas liberado al menos una estantería.
Lucas: (Sonríe) Lo intentaré.
El chico sale del salón mientras su novio sigue mirando libros. Coge tres, los cuales deja sobre la mesa.
Lucas: Bueno, estos sí que pueden ir para la basura…
Se acerca a una de las cajas, y coge otros tres libros de su interior.
Lucas: (Irónico) Libros por libros. Muy inteligente.
De pronto, del interior de uno de los libros caen un montón de antiguas fotografías. Todas ellas tienen algo en común: aparece Hugo. A Lucas se le llenan los ojos de lágrimas.
Lucas: Otra vez no…
APARTAMENTO DE CARLOS Y ANDREA / SALÓN / NOCHE
Sentada en el sofá, Andrea ve la televisión cuando Carlos sale del dormitorio, con una mochila colgada a su espalda.
Carlos: ¿Estás segura de que estarás bien?
La chica fuerza una sonrisa.
Andrea: Sí, no te preocupes.
Carlos: Puedo quedarme en casa si quieres.
Andrea: Ni hablar. Vete a la biblioteca a estudiar con tus compañeros, que yo terminaré de ver esta película y luego me acostaré. Puedes estar tranquilo.
Carlos guarda silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente suspira, acercándose a ella.
Carlos: Está bien.
El joven se inclina sobre su novia, dándole un pico.
Carlos: Pero cualquier cosa que necesites…
Andrea: (Interrumpiéndole) Te avisaré, no te preocupes.
Carlos: Vale… hasta mañana.
Andrea: Chao.
Carlos sale del apartamento y Andrea, tras mirar a su alrededor, se tumba en el sofá. No tarda en escucharse el timbre y la joven se levanta, suspirando. Camina hacia la puerta.
Andrea: ¿Qué te has dejado…?
La chica se queda en silencio al abrir la puerta y ver quién se encuentra al otro lado.
Lidia: (Sonríe) Buenas noches, Andrea.
CANCIÓN: “Bed of roses”, de Bon Jovi
Kristen Bell, Chace Crawford, Rupert Grint, Vanessa Hudgens, Jesse McCartney, Jesse Metcalfe, Jared Padalecki, Hayden Panettiere, Shawn Pyfrom, Jessica Stroup
CAPÍTULO 132: Todo tiene su fin (Parte II)
APARTAMENTO DE CARLOS Y ANDREA / SALÓN / NOCHE
Andrea vuelve a estar sentada en el sofá mientras Lidia da vueltas por el salón, con una cínica sonrisa dibujada en su rostro.
Andrea: Deberías marcharte, Lidia. Carlos puede volver en cualquier momento.
Lidia: ¿Te crees que soy estúpida? Le he visto salir con la mochila cargada de libros. Supongo que pasará la noche en la biblioteca.
Andrea: Lidia…
Lidia: (Interrumpiéndola) ¿Sabes? Creo que eres la persona que más daño me ha hecho en toda mi vida.
Andrea: ¿Qué te he hecho daño? Prácticamente me tenías secuestrada, Lidia. No me dejabas salir de casa, no me permitías hablar con nadie…
Lidia: (Interrumpiéndola) Y tendría que haber sido mucho más dura, a las pruebas me remito. ¿O acaso vas a decirme ahora que en algún momento estuviste enamorada de mí?
La joven permanece en silencio, sin saber muy bien qué responder. Lidia deja escapar una carcajada llena de ironía.
Lidia: Lo sabía. Fue una trampa desde el principio, ¿verdad?
Andrea: Claro que fue una trampa. ¿Eres consciente del daño que nos has hecho a todos, Lidia?
Lidia: Así que fue una venganza.
Andrea: No fue una venganza. Fue justicia.
Lidia: Ya.
La joven saca una pistola de su bolso, ante la asustada mirada de Andrea.
Lidia: En ese caso, yo haré mi propia justicia ahora.
APARTAMENTO DE JAIME Y CLAUDIA / DORMITORIO DE JAIME Y CLAUDIA / NOCHE
Ya por la noche, Claudia está sentada en la cama, leyendo un libro ya con el pijama puesto, cuando Jaime sale del baño vistiendo tan solo un calzoncillo. Esbozando una amplia sonrisa, se sienta junto a su mujer y empieza a besar uno de sus hombros.
Jaime: Estás preciosa.
Claudia: (Irónica) Estoy exactamente igual que todas las noches.
Jaime: Siempre preciosa…
El joven sube sus labios, pasando del hombro de Claudia a su cuello, mientras ésta cierra el libro, suspirando.
Claudia: Jaime, ahora no tengo ganas.
Jaime: Vamos… si al final seguro que te animas.
La chica se aparta, indignada.
Claudia: ¡Basta! ¡Te he dicho que no!
Jaime: Pero Claudia…
Claudia interrumpe a su marido, levantándose de la cama.
Claudia: Me voy a dormir al sofá. Así tienes la cama para ti solo.
Jaime: Claudia…
Claudia: (Interrumpiéndole) Buenas noches, Jaime.
La joven sale del dormitorio dando un fuerte portazo, ante la impotente mirada de Jaime.
APARTAMENTO DE CARLOS Y ANDREA / SALÓN / NOCHE
Andrea: (Nerviosa) Lidia por favor, tienes que escucharme…
Lidia: (Interrumpiéndola) ¿Escuchar qué? ¿Más mentiras?
A Andrea se le llenan los ojos de lágrimas mientras Lidia no deja de apuntarla con la pistola. Ninguna de las dos se da cuenta de que Carlos, aprovechando una rendija de la puerta, acaba de entrar al apartamento y se acerca sigilosamente a la joven morena por su espalda.
Andrea: Lidia, yo…
Lidia: (Interrumpiéndola) ¡Estoy harta, Andrea! ¡Harta!
Lidia acerca su dedo al gatillo. Andrea cierra los ojos, llorando desconsoladamente y temblando, y de repente se oye un golpe seco. Lidia cae inconsciente al suelo y Andrea abre los ojos, sorprendida, viendo a Carlos correr hacia ella y junto a la joven, en el suelo, un jarrón hecho añicos.
Andrea: Carlos…
Carlos: (Interrumpiéndola) Cariño, ¿estás bien?
Andrea: Yo… yo…
La joven no puede continuar hablando porque rompe a llorar desconsoladamente. Carlos la abraza, comprensivo.
Carlos: Tranquila, todo está bien… ya estoy aquí. Contigo.
APARTAMENTO DE LUCAS Y ÓSCAR / COCINA / MAÑANA
Sentado sobre una de las banquetas de la cocina, Lucas se toma un café completamente en silencio, mirando algo en su móvil, cuando Óscar aparece por allí con cara de sueño y vistiendo tan solo unos calzoncillos.
Óscar: Buenos días.
Lucas: Hola.
Óscar se inclina hacia su novio para darle un beso, pero éste se aparta y finalmente se lo acaba dando en la mejilla, extrañado.
Óscar: ¿Qué pasa?
Lucas: Nada.
El joven empieza a prepararse un café.
Óscar: Venga Lucas, que nos conocemos… ni siquiera has venido a pasar la noche a la cama conmigo.
Óscar, ya con el café, se sienta junto a su novio mientras éste guarda silencio durante unos segundos, pensando.
Lucas: Siempre lo he sabido.
Óscar: ¿El qué?
Lucas: Que seguías enamorado de Hugo. Sabía que lo que hubo entre vosotros siempre sería muy especial, pero… aún hay amor. Se os nota en la mirada cada vez que estáis juntos.
Óscar: No digas tonterías.
Lucas: De verdad Óscar, no importa. Siempre he entendido que era el segundo plato, y no me importa. No me importa porque te quiero.
Óscar: Yo también te quiero.
Lucas: Lo sé. Pero no tanto.
Ambos guardan silencio durante unos segundos, mirándose fijamente a los ojos, hasta que Lucas suspira.
Lucas: Ha llegado el momento en el que tienes que elegir, Óscar, porque yo ya no puedo seguir así. O él o yo. Y si me elijes a mí, tienes que estar conmigo al cien por cien. Si no, vete con él.
Óscar mira a su novio, sin saber qué responder.
PLAYA DE GIJÓN / MAÑANA
Tumbados sobre sus toallas en traje de baño, Isra y Aria se besan apasionadamente, sin dejar de tocarse descaradamente, ante las malas miradas de los allí presentes.
Isra: Nos está mirando todo el mundo.
Aria: Que se jodan. Son una panda de envidiosos, por eso nos miran así.
Los dos jóvenes se ríen, divertidos, y vuelven a besarse apasionadamente. Ninguno de los dos se da cuenta de que Marta, también en biquini, se acerca a ellos.
Marta: ¿Podríais parar, por favor?
Vuelven a separarse.
Isra: ¿Y a ti que te pasa ahora?
Marta: Estáis dando un espectáculo. Estoy allí adelante con Esperanza, y la niña no tiene porque ver esta especie de… show erótico, por llamarlo de alguna manera.
Aria: (Divertida) Uy, ahora las niñas son muy espabiladas. No creo que la vayamos a pervertir más nosotros que cualquiera de sus compañeros en el colegio.
Isra deja escapar una sonora carcajada, mientras Marta mira a la joven realmente enfadada.
Marta: Ni se te ocurra volver a hablar ni así ni de ninguna manera de mi hija, ¿te enteras, puta yonki de mierda?
Ante las palabras de la que hasta hace poco era su amiga, el joven pelirrojo se levanta, indignado.
Isra: Y tú no vuelvas a hablar de ese modo, ¿está claro?
Marta: ¿Y si no qué, Isra? ¿Me vas a pegar? ¿Vas a ser capaz? ¿Por esa puta de mierda que lo único que ha conseguido es que…?
La chica se ve obligada a callarse cuando Isra le da un fuerte bofetón en la cara. Marta se lleva la mano a la mejilla golpeada, con los ojos llenos de lágrimas, y mira al chico.
Marta: Ni se te ocurra volver a acercarte a mí, Isra. Ni a mí, ni a mi hija.
La joven, con los ojos llenos de lágrimas, se aleja de allí. Isra vuelve a tumbarse junto a Aria. Se miran fijamente a los ojos hasta que estallan en carcajadas justo antes de volver a besarse.
BAR “FOUR” / INTERIOR / MAÑANA
Suena la canción “Hurricane” de Theory of a Deadman.
Carlos está sentado en una de las butacas, tomándose un café con leche, mientras Jaime, al otro lado de la barra, le mira preocupado.
Jaime: ¿Pero Andrea está bien?
Carlos: Sí, sí que lo está… y la verdad es que ahora que ya sabemos que Lidia está detenida, se encuentra mucho mejor.
Jaime: Ahora podrá estar tranquila.
Carlos: Sí.
Los dos jóvenes guardan silencio durante unos segundos.
Carlos: ¿Y Claudia como está? Hace días que no la veo.
Jaime: Ya… la verdad es que ella no está bien.
Carlos: (Preocupado) ¿Y eso? ¿Qué ha pasado?
Jaime: No supera lo de no poder tener hijos, y yo ya no sé qué hacer para animarla.
Carlos: La situación por la que está pasando no es nada fácil.
Jaime: Lo sé, pero lo que no puede hacer es recluirse en casa. Tiene que salir, intentar distraerse, que le dé el aire… y yo ya no sé cómo decírselo. No me hace ni caso.
Carlos: Tienes que animarla.
Jaime: ¿Y cómo?
El chico se encoge de hombros.
Carlos: No lo sé. Intenta sorprenderla, hacerle ver que merece la pena seguir adelante… y sobre todo, que la quieres.
Jaime guarda silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente esboza una amplia sonrisa mientras mira a su amigo.
Jaime: Sí… creo que se me está ocurriendo algo.
CASA DE HUGO E ISRA / EXTERIOR / TARDE
Óscar espera frente a la puerta, impaciente, y ésta no tarda en abrirse. Hugo se sorprende al ver a su ex novio.
Hugo: ¡Óscar! ¿Qué haces aquí?
Óscar: Tienes que dejarme en paz.
Hugo: (Extrañado) ¿De qué estás hablando?
Al joven se le llenan los ojos de lágrimas.
Óscar: No podemos ser amigos, Hugo, no podemos ser nada. Porque… porque yo aún te quiero, pero no puedo confiar en ti. Y también quiero a Lucas, quiero centrarme en mi relación con él, pero no puedo hacerlo si tú sigues alrededor.
Hugo: Óscar…
Óscar: (Interrumpiéndole) No me lo pongas más difícil, Hugo. Por favor.
Como única respuesta, Hugo besa a su ex novio apasionadamente. Aunque Óscar al principio le corresponde, no tarda en apartarse.
Óscar: Lo siento, Hugo.
Óscar se aleja de allí, ante la atónita mirada de su ex novio.
Hugo: Mierda…
APARTAMENTO DE CARLOS Y ANDREA / SALÓN / TARDE
Andrea, muy arreglada, se mete el móvil en el bolso justo cuando la puerta se abre dando paso a Carlos. Al ver así a su novia, el joven se muestra muy sorprendido.
Carlos: ¿Vas a salir?
Andrea: Sí, tengo unos recados que hacer. ¿Te parece mal?
Carlos: No, no, para nada, es solo que… me sorprende, nada más.
Andrea esboza una amplia sonrisa y se acerca a su novio para darle un apasionado beso.
Andrea: Estoy bien, Carlos. Lidia ha sido detenida, ya no volverá a hacernos daño… podemos volver a ser felices.
Carlos: (Sonríe) Sí. Podemos volver a serlo.
Los dos jóvenes vuelven a besarse, felices.
CASA DE HUGO E ISRA / DORMITORIO DE ISRA / TARDE
Isra está tumbado sobre su cama, completamente desnudo y medio dormido, cuando se abre la puerta del dormitorio dando paso a una sonriente Aria.
Aria: ¡Isra!
Isra: (Extrañado) ¿Qué pasa? ¿Habíamos quedado?
Aria: No, Hugo me ha abierto la puerta.
La chica se sienta en el borde de la cama.
Aria: Tengo algo que contarte que te va a encantar.
El pelirrojo, todavía somnoliento, se incorpora en la cama, sin entender nada.
Isra: ¿El qué?
Aria, sin borrar la sonrisa de su cara, saca de su bolso dos billetes de avión y se los tiende a su novio. Éste los coge, extrañado, y mira el destino.
Isra: ¿Ibiza?
Aria: No tienes de qué preocuparte. Tengo allí un amigo, nos podremos quedar en su casa, y los billetes ya están pagados. Pasaremos allí todo el verano, ¿qué te parece?
Isra guarda silencio durante unos segundos, pensando, hasta que ahora es él el que sonríe.
Isra: Me parece una idea fantástica.
Aria: ¡Genial!
La chica besa apasionadamente al pelirrojo, mientras se dejan caer sobre la cama y el joven empieza a quitarle la ropa a su novia, entre risas.
APARTAMENTO DE JAIME Y CLAUDIA / SALÓN / NOCHE
Jaime, elegantemente vestido, termina de encender unas velas que hay sobre la mesa, con una enorme sonrisa dibujada en su cara, cuando la puerta se abre repentinamente, dando paso a una asustada Claudia.
Claudia: ¿Qué pasa?
Jaime: Nada, no te preocupes.
La joven mira a su alrededor, extrañada.
Claudia: ¿Qué es todo esto?
Jaime: Bueno, sé que últimamente no estamos pasando por nuestro mejor momento, que tú no estás bien, y… había pensado que darte una sorpresa sería buena idea para animarte un poco.
Claudia: (Atónita) ¿Lo dices en serio?
Jaime: (Extrañado) ¿No te gusta?
Claudia: (Enfadada) ¡Claro que no me gusta! ¿En qué coño estabas pensando? ¿Realmente crees que lo que más me apetece ahora es una cenita romántica?
Jaime: Claudia…
Claudia: (Interrumpiéndole) Por no hablar de que he tenido que pedir por favor a Hugo que se quede en el “Four” para venir corriendo porque pensaba que realmente había una emergencia.
Jaime: Hugo ya trabajo en el “Four”, tiene experiencia. Todo irá bien.
Claudia: Es que no es eso, Jaime.
A la chica se le llenan los ojos de lágrimas.
Claudia: El problema es que no me entiendes. No entiendes por lo que estoy pasando, y te crees que con una cenita romántica todo se soluciona. Y no es así.
Jaime: Entonces dime cómo puedo hacerlo.
Claudia: Simplemente teniendo paciencia y estando ahí. Eso es todo.
Jaime mira a su mujer, sin saber qué decir, y esta suspira.
Claudia: Bueno, yo… me voy a ir a dar una vuelta. Necesito que me dé un poco el aire. Tú vuelve al “Four”, porque creo que Hugo tenía cosas qué hacer.
Sin darle tiempo a reaccionar, Claudia vuelve a salir del apartamento. Jaime, suspirando, se sienta en el sofá.
CARCEL DE GIJÓN / SALA DE VISITIAS / NOCHE
Lidia está sentada en una de las mesas, con las esposas puestas. Está visiblemente nerviosa. La puerta no tarda en abrirse dando paso a Andrea, con una cínica sonrisa dibujada en su rostro.
Andrea: Buenas noches, Lidia.
Lidia: (Sorprendida) ¿Qué estás haciendo aquí?
Andrea se sienta frente a la joven, sin borrar la sonrisa de su cara.
Andrea: ¿Qué pasa? ¿No esperabas volver a verme?
Lidia: La verdad es que no… y menos ahora. No es la hora de visitas.
Andrea: Lo sé, pero prefería verte a solas… y ya sabes, ventajas de ser una de las víctimas, me lo han permitido.
Un tenso silencio surge entre ambas.
Lidia: ¿Qué es lo que quieres, Andrea?
Andrea: Tan solo verte por última vez. Verte y decirte que espero que te pudras en la cárcel.
Lidia: Tú tampoco eres tan buena persona.
Andrea, todavía con la sonrisa dibujada en su cara, se levanta y camina hacia la puerta.
Andrea: Lo sé, pero yo al menos tengo sentimientos, y eso es algo de lo que tú careces. Así que por mi parte, esto es todo, Lidia. Aquí te quedas. En la mierda.
La joven sale de allí dejando a Lidia sola, a la cual se le llenan los ojos de lágrimas.
ESCENAS MÚLTIPLES
Suena la canción “Meaning” de Gavin DeGraw.
El “Four” ya está completamente vacío y cerrado. Jaime, visiblemente triste y con los ojos llenos de lágrimas, termina de barrerlo.
Andrea sale de prisión. Allí fuera le está esperando Carlos, que se acerca a ella con una enorme sonrisa dibujada en su rostro y la besa apasionadamente.
Lidia, acurrucada en un rincón de su celda, llora desconsoladamente.
Marta entra en el dormitorio de Isra y enciende la luz. El cuarto está completamente vacío, pero la joven se da cuenta de que hay una nota sobre la cama. Se acerca y la coge. En ella, solo pone una palabra: “ADIÓS”. A la chica se le llenan los ojos de lágrimas.
Isra y Aria, montados en un autobús dirección Madrid, se besan apasionadamente mientras no pueden dejar de reír.
Óscar sale de su apartamento y mira hacia los dos lados de la calle. En un extremo de la calle, ve a Hugo observándole fijamente. En el otro, a Lucas de igual manera. El joven cierra los ojos, sin saber qué hacer.
Sentada en el sofá de su apartamento, Claudia se toma una copa de vino mientras observa un bote de pastillas, con los ojos llenos de lágrimas. Tras dudar durante unos segundos, abre el bote y se mete todas las pastillas en la boca, tragándolas con la ayuda del vino.
CONTINUARÁ…