MANERAS DE VIVIR
Sexta temporada, capítulo 128
Fecha de emisión: 17 de abril del 2014
PISO DE CARLOS Y ÓSCAR / SALÓN / MAÑANA
Sentado en el sofá, Isra espera la llegada de Óscar, que no tarda en salir de la cocina con dos tazas de café entre sus manos.
Óscar: Aquí tienes.
Isra: (Sonríe) Gracias.
El pelirrojo coge una de las tazas mientras su amigo se sienta a su lado.
Óscar: Bueno, pues tú dirás. ¿Por qué tenías tantas prisas para que nos viéramos?
Isra hace una pausa antes de hablar.
Isra: Quería hablarte sobre Hugo.
Óscar: (Suspira) Ya.
Isra: Lo está pasando mal, Óscar. Creo que nos necesita. Te echa de menos, nos echa de menos a todos.
Óscar: Yo ya he rehecho mi vida. Quiero a Lucas, y…
Isra: (Interrumpiéndole) No te estoy diciendo que vuelvas con él. Simplemente que… intentes ser su amigo.
Óscar permanece unos segundos en silencio, pensando, hasta que vuelve a suspirar.
Óscar: Lo siento, pero eso ya no es asunto mío.
Ahora es Isra el que necesita pensar unos segundos. El joven se termina levantando, decepcionado.
Isra: Entonces creo que no tenemos nada más de qué hablar. Buenos días.
El chico sale de allí, ante la preocupada mirada de Óscar.
CALLES DE GIJÓN / MAÑANA
Jaime camina apresuradamente por las calles de la ciudad, cuando de pronto, al girar una esquina, se encuentra de bruces con Antonio Martínez, el médico de Claudia.
Antonio: (Sorprendido) ¡Jaime!
Jaime: ¡Doctor Martínez! Disculpe, no le había visto.
Antonio: ¿A dónde vas con tanta prisa?
Jaime: La verdad es que a ningún sitio en particular. Es mi andar habitual.
Antonio: Eso está muy bien. Andar tan rápido es muy bueno para la salud.
Ambos se ríen, divertidos.
Antonio: Oye, ¿cómo está Claudia?
Jaime: Bien, como siempre.
Antonio: (Sonríe) Me alegro. La verdad es que después de las últimas noticias que le di, estaba bastante preocupado por ella. Aunque intenté mostrarle todas las alternativas que teníais, para una mujer no es nada fácil enterarse de que no va a poder tener hijos nunca.
Jaime: (Atónito) ¿Cómo dice?
Antonio enseguida se da cuenta de que ha metido la mata.
Antonio: ¿No me digas que no…?
Jaime: (Interrumpiéndole) No, no me había dicho nada.
Antonio: ¡Mierda!
Jaime: Joder…
Jaime le mira, sin poderse creer lo que acaba de escuchar.
CANCIÓN: “Bed of roses”, de Bon Jovi
Kristen Bell, Chace Crawford, Rupert Grint, Vanessa Hudgens, Jesse McCartney, Jesse Metcalfe, Jared Padalecki, Hayden Panettiere, Shawn Pyfrom, Jessica Stroup
CAPÍTULO 128: Sustitutos
PLAYA DE GIJÓN / MAÑANA
Marta e Iván pasean por la playa, cogidos de la mano. Los dos están muy sonrientes, y no paran de besarse.
Marta: La verdad es que nunca me hubiese imaginado que íbamos a llegar a estar así.
Iván la besa apasionadamente.
Iván: Sí… y no sabes cómo me arrepiento de haber sido tan gilipollas el año pasado. Ahora podríamos llevar así un año.
Marta: Más vale tarde que nunca, ¿no?
Iván: Eso sí.
Los dos jóvenes se ríen y vuelven a besarse.
Marta: Oye, he estado pensando, y… ¿por qué no vienes a cenar a casa? Creo que podríamos hablar con Esperanza y… ya sabes, contarle la situación actual y explicarle lo que hay entre nosotros.
Iván guarda silencio durante unos segundos, pensando muy bien las palabras que va a decir.
Iván: No creo que sea buena idea, Marta.
Marta: (Extrañada) ¿Por qué?
Iván: Mira, yo… te quiero, ¿vale? Eso tienes que tenerlo muy claro, y que estoy super bien contigo también, pero… quizás sea demasiado pronto. Todavía no estoy preparado.
Marta: Ya…
Iván: Lo entiendes, ¿verdad?
La joven esboza una forzada sonrisa, intentando ocultar su decepción.
Marta: Sí… sí, claro que sí. No te preocupes.
Iván: (Sonríe) Bien.
La pareja vuelve a besarse, aunque Marta parece muy desilusionada.
BAR “FOUR” / INTERIOR / TARDE
Suena la canción “We weren’t born to follow” de Bon Jovi.
Claudia está tras la barra, metiendo unos vasos en el lavavajillas, cuando Jaime entra en el local con una enorme sonrisa dibujada en su rostro.
Jaime: Buenas tardes.
La joven fuerza una sonrisa.
Claudia: Hola.
Su marido entra tras la barra y le da un apasionado beso, ante la sorpresa de la chica.
Claudia: ¿Y esto?
Jaime: Hoy estás preciosa.
Claudia: (Extrañada) Gracias, pero…
Jaime: (Interrumpiéndola) ¿Sabes? Esta noche vamos a cerrar el bar y nos vamos a ir tú y yo a cenar por ahí los dos, solos.
Claudia: Pero no podemos hacer eso.
Jaime: Somos los dueños, ¿no?
Claudia: Sí…
Jaime: Pues ya está, no hay más que hablar.
Jaime vuelve a besar a su esposa.
Jaime: Lo pasaremos genial, ya lo verás.
El joven entra en el almacén, sin borrar la sonrisa de su cara. Claudia no entiende nada.
APARTAMENTO DE LUCAS / DORMITORIO DE LUCAS / TARDE
Lucas, completamente desnudo, permanece tumbado en la cama mirando, sonriente, como Óscar termina de vestirse.
Óscar: He estado hablando esta mañana con Isra.
Lucas: ¿Y?
El joven guarda silencio durante unos segundos, dudando de si debería seguir hablando, pero finalmente se decide.
Óscar: Me ha estado hablando de Hugo.
Lucas: ¿Qué le pasa?
Óscar: No, no le pasa nada, es solo que… se siente muy solo.
Lucas: Bueno, pero eso ya no es asunto tuyo, ¿no?
Óscar: No, pero… no puedo evitar sentir lástima por él.
Lucas: (Sonríe) Porque eres demasiado buena persona.
Óscar vuelve a hacer una pausa, pensando.
Óscar: ¿Por qué no te haces amigo suyo?
Lucas: (Atónito) ¿Disculpa?
Óscar: Si fuera a hablar yo con él sería demasiado incómodo, pero en cambio contigo…
Lucas le interrumpe, irónico.
Lucas: Desde luego, seguro que se siente comodísimo contándole sus penas a la actual pareja de su ex novio.
Óscar se sienta en el borde de la cama, entrelazando sus manos con las de su novio.
Óscar: Por favor Lucas… hazlo por mí. Al menos inténtalo.
El joven guarda silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente fuerza una sonrisa.
Lucas: Vale, está bien… lo haré.
Óscar: (Sonríe) ¡Gracias!
Óscar da un apasionado beso a su novio.
Óscar: Eres el mejor novio del mundo.
Lucas le devuelve la sonrisa, aunque no parece demasiado convencido.
BAR “FOUR” / INTERIOR / TARDE
Suena la canción “Summertime” de Bon Jovi.
Carlos está sentado en una de las butacas de la barra, tomándose un botellín de cerveza con la mirada perdida en algún punto de la barra, pensativo, cuando Jaime, desde el otro lado de la barra, se acerca a él.
Jaime: Tienes que sacártela de la cabeza.
Carlos: (Extrañado) ¿Qué?
Jaime: Que tienes que sacarte a Andrea de la cabeza.
Carlos: (Suspira) Ojala fuera tan fácil.
El camarero, también suspirando, se apoya en la barra.
Jaime: Mira, sé que la quieres, pero… tienes que superarlo.
Carlos: Me dijo que me quería, Jaime. El otro día me encontré con ella, y me dijo que me quería.
Jaime: Pero ahora está con Lidia. Y sé lo que me contaste, pero créeme, conozco a pocas personas que sean tan cabezotas como Andrea. Hasta que no consiga acabar con ella, no va a parar.
Carlos: Y yo la voy a esperar.
Jaime: ¿Cómo sabes que cuando acabe con todo esto va a seguir queriéndote? Puede alargarse mucho, y las cosas cambian.
Carlos: Sé que seguirá queriéndome. Lo sé.
Jaime mira preocupado a su amigo, sin saber qué más decirle.
PISO DE MARTA / SALÓN / TARDE
Sentada en la mesa, Marta intenta estudiar mientras Esperanza, tumbada en el suelo, ve la televisión a todo volumen. La joven, suspirando, levanta la mirada hacia su hija.
Marta: Esperanza cariño, por favor, ¿te importaría bajar un poco la televisión? Estoy intentando estudiar.
Esperanza: ¡Es que entonces no oigo!
Marta: ¿Cómo no vas a oír, si lo tienes al máximo?
Esperanza está a punto de responder, pero en ese momento suena el timbre. Marta, suspirando, se levanta.
Marta: Cuando vuelva quiero que la hayas bajado. Si no lo has hecho, te irás castigada a tu cuarto.
Esperanza: ¡Pero mamá…!
Marta, ignorando las protestas de su hija, camina hacia la puerta, y se sorprende al ver a Iván al otro lado, con una enorme sonrisa en su rostro y una bolsa entre sus manos.
Iván: Buenas tardes.
Marta: ¿Qué haces aquí? ¿Habíamos quedado?
Iván: No, pero he pensado en que podría pasarme un rato y así desconectas un poco de los estudios… o te entretengo a Esperanza para que estudies tranquilamente.
Marta: (Sonríe) Eso último me parece una idea fantástica.
Iván se ríe, divertido, y justo en ese momento Esperanza aparece por allí.
Esperanza: ¿Qué pasa?
Marta: ¡Hija, mira quien ha venido a vernos!
Iván: ¡Hola! ¡Te traigo una sorpresa!
El joven saca una Barbie del interior de la bolsa, pero Esperanza la mira con asco.
Iván: ¿Te gusta?
Marta: ¿Qué se dice?
Esperanza: Me voy a mi cuarto.
La niña se aleja de allí, ante la atónita mirada de Iván y Marta.
Iván: Vale, después de nuestra conversación de antes me di cuenta de que estaba equivocado, pero… creo que he metido la pata.
La joven mira a su novio, sin saber qué decir.
APARTAMENTO DE LIDIA Y ANDREA / SALÓN / NOCHE
Andrea llega a casa, visiblemente cansada, y se asusta cuando, al encender la luz, se da cuenta de que Lidia está allí, mirándola fijamente y con una fotografía entre sus manos.
Andrea: ¡Joder Lidia, ¿qué haces ahí a oscuras?! ¡Me has asustado!
Lidia: ¿Qué es esto?
Andrea: (Extrañada) ¿El qué?
La joven se acerca a su novia y enseguida se da cuenta de que en la fotografía que tiene entre sus manos, aparece ella junto a Carlos.
Andrea: ¿Has estado registrando mis cosas?
Lidia: Contéstame.
Andrea: (Enfadada) ¡No tienes derecho! ¡Estoy contigo, Lidia! ¡He dejado a todos mis amigos de lado por ti! ¿Qué más tengo que hacer para que confíes en mí?
Lidia, sin decir nada, se levanta del sofá y coge a su novia del pelo, furiosa, estampándola contra la pared.
Lidia: Dejar de ser una zorra. Eso es lo que tienes que hacer.
A Andrea se le llenan los ojos de lágrimas.
Andrea: Lidia… me estás haciendo daño…
La morena, con fuerza, empuja a la chica al suelo. Sobre ella, rompe la foto en mil pedazos.
Lidia: Y espero que no haya ninguna más, porque si no, lo que acaba de pasar se quedará en una simple anécdota.
Lidia sale de allí y Andrea se reincorpora a duras penas.
Andrea: Puta… esto no va a quedar así. Te lo aseguro…
BAR “FOUR” / INTERIOR / NOCHE
Suena la canción “I’ll be there for you”, de Bon Jovi.
El bar ya está cerrado. Claudia barre el suelo mientras Jaime, desde el otro lado de la barra, observa preocupado a su mujer, hasta que finalmente suspira.
Jaime: ¿Por qué no te acercas un momento, Claudia?
Claudia: (Extrañada) ¿Qué pasa?
Jaime: Me gustaría hablar un segundo contigo.
La joven se acerca a él, todavía sin comprender nada.
Claudia: Tú dirás…
Jaime vuelve a guardar silencio durante unos segundos, pensando, como si buscara las palabras adecuadas.
Jaime: Verás, yo… esta mañana me he encontrado con Antonio, tu médico.
Claudia se pone nerviosa, aunque intenta disimularlo.
Claudia: ¿Y?
Jaime: Él… él pensaba que yo lo sabía todo, y… vamos, que me lo ha dicho.
A la chica se le llenan los ojos de lágrimas.
Claudia: Jaime…
Jaime interrumpe a su mujer cogiéndole de las manos.
Jaime: Me duele, Claudia. Me duele que no confiaras lo suficiente en mí para contármelo.
Claudia: Hace poco que atravesamos una crisis, y no…
Jaime: (Interrumpiéndola) Nunca te hubiese dejado por esto, Claudia. Jamás. ¿Qué no puedes tener hijos? Hay otras alternativas, miles. Lo importante es que estemos los dos juntos para mirarlas y hacerlas.
Claudia: ¿De verdad?
Jaime: (Sonríe) De verdad.
El chico besa a Claudia y esta fuerza una sonrisa, dejando ver que no parece demasiado convencida de las palabras de su marido.
PLAYA DE GIJÓN / MAÑANA
Hugo, cubriendo sus ojos con unas gafas de sol, está tumbado sobre la arena, dejando que el mar moje sus pies mientras lee un libro. No se da cuenta de que Lucas se acerca a él hasta que nota su sombra caer sobre su cuerpo. El joven retira el libro.
Hugo: ¿Puedo ayudarte?
Lucas fuerza una sonrisa.
Lucas: Bueno, yo… estaba dando un paseo y, al verte, pensé que podríamos charlar un rato…
Hugo: Ya…
El joven se reincorpora, dejando el libro sobre la arena. Un tenso silencio surge entre ambos.
Lucas: ¿Vienes mucho a leer aquí?
Hugo: Sí. El sonido del mar me relaja, y además, como todavía no hace demasiado buen tiempo, no viene mucha gente.
Lucas: La verdad es que se está de lujo, sí…
Un nuevo silencio.
Lucas: Y no parece que vaya a llover, ¿verdad?
Hugo: (Extrañado) No, no tiene pinta…
Silencio una vez más. Lucas carraspea.
Lucas: Bueno, yo… creo que será mejor que me vaya, no quiero seguir entreteniéndote. Nos vemos.
Hugo: Claro, hasta luego.
Lucas: Chao.
Lucas se aleja de allí, ante la extrañada mirada de Hugo.
APARTAMENTO DE LIDIA Y ANDREA / DORMITORIO DE LIDIA Y ANDREA / MAÑANA
Andrea entra en el dormitorio con una bandeja entre sus manos. En ella lleva una taza de café, un vaso de zumo, y dos tostadas con mermelada, además de una rosa roja y un par de servilletas del mismo color. Duda durante unos segundos, pero finalmente se acerca a la cama en la que duerme Lidia plácidamente y, sentándose en el borde, comienza a despertarla con suavidad.
Andrea: Lidia…
Lidia: ¿Qué pasa?
Andrea: Es hora de levantarse.
Lidia: Un ratito más…
Andrea: Tengo una sorpresa para ti.
Al oír esto, Lidia se levanta inmediatamente y no tarda en darse cuenta del desayuno que le ha hecho su novia.
Lidia: ¿Qué es esto?
Andrea: Bueno, yo… no he dejado de darle vueltas a lo que pasó anoche, y he pensado que estaría bien compensarte de alguna manera.
Lidia: (Suspira) Ya.
La joven coge la bandeja y empieza a desayunar, mientras Andrea la mira, sin saber muy bien qué más decir.
Andrea: Escucha Lidia, yo… tenías razón, así que ya me he deshecho de todas las fotos de Carlos. Tienes que saber que yo te quiero a ti, pero que Carlos ha formado parte de una etapa muy importante de mi vida y no es tan fácil olvidarlo.
Lidia: ¿De verdad me quieres?
Andrea: (Sonríe) ¡Claro que sí!
Lidia guarda silencio durante unos segundos, pensando.
Lidia: Está bien, te perdono. Pero espero que no vuelva a pasar, Andrea, porque la próxima vez no seré tan buena.
Andrea: Tranquila.
Andrea la besa.
Andrea: No volverá a pasar.
PARQUE “RUISEÑORES” / MAÑANA
Iván: Lo siento, de verdad. Sé que no fue buena idea presentarme así anoche en tu casa.
El joven y Marta pasean por el parque, cogidos de la mano. La chica esboza una forzada sonrisa.
Marta: Tienes que dejar de preocuparte, Iván. Lo hiciste con la mejor intención, y eso es lo que cuenta.
Iván: Sí, ya lo sé… pero metí la pata hasta el fondo. No tendría que haberlo hecho.
Marta: Déjalo, de verdad.
Ambos guardan silencio durante unos segundos, hasta que Iván suspira.
Iván: Creo que Esperanza nunca me aceptará. No le caigo bien.
Marta deja escapar una sonora carcajada, divertida.
Marta: No digas tonterías, Iván. Es una niña, no le cae mal nadie. Es solo que… necesita tiempo para acostumbrarse a la situación, nada más.
Iván: ¿Tú crees?
Marta: Por supuesto que sí. Ten paciencia.
Tras dudar durante unos segundos, Iván sonríe y los dos jóvenes se besan apasionadamente.
APARTAMENTO DE LUCAS / SALÓN / TARDE
Óscar está sentado en el sofá, viendo la televisión, cuando Lucas aparece por allí con dos botellines de cerveza entre sus manos. Tras darle uno a su novio, se sienta junto a él.
Óscar: Bueno, pues cuéntame… ¿cómo ha ido tu encuentro con Hugo esta mañana? Porque lo encontraste en la playa, ¿no? Siempre está ahí…
El joven fuerza una sonrisa.
Lucas: Sí, sí, estaba allí… y ha ido bastante bien, la verdad.
Óscar: (Sorprendido) ¿En serio? ¿De qué habéis hablado?
Lucas: Bueno, pues de muchas cosas…
Lucas hace una pausa, y se da cuenta de que su novio no le está creyendo en absoluto.
Lucas: Hemos hablado de cómo le fue en Madrid. También me ha hablado de su ex novio, este chico que murió…
Óscar: ¿Edu?
Lucas: Exacto. Edu.
Óscar: (Extrañado) ¿Y por qué te ha hablado de él?
Lucas: Le he preguntado por sus ex parejas y esas cosas… ya sabes, para conocernos mejor.
Óscar: Ya.
Los dos jóvenes guardan silencio durante unos segundos, hasta que ahora es Óscar el que esboza una forzada sonrisa.
Óscar: Bueno, pues me alegro de que haya ido bien.
Lucas: Sí… y yo.
APARTAMENTO DE CARLOS Y ÓSCAR / SALÓN / TARDE
Carlos, sentado en la mesa, lee unos apuntes cuando el timbre empieza a sonar insistentemente. El joven, extrañado, se levanta y camina hacia la puerta. Se sorprende cuando, al abrirla, se encuentra con Lidia al otro lado.
Carlos: ¡Lidia! ¿Qué haces aquí?
Lidia: Quiero que te alejes de Andrea.
Carlos: (Suspira) ¿Otra vez?
Lidia: Esta vez te lo digo muy en serio, Carlos. Sé que os habéis estado viendo a mis espaldas, y quiero que eso se acabé, porque sino el que terminará mal no serás tú. Será ella. Así que tú verás.
Lidia se aleja de allí, indignada, ante la atónita mirada de Carlos.
CONTINUARÁ…